miércoles, 1 de junio de 2011

Vendieron en Inglaterra la casa más cara del mundo...

Vendieron en Inglaterra la casa más cara del mundo: 168 millones de euros

Está en Londres y es el último piso de un edificio de lujo, que se estrenará en octubre.
Esnob. Excéntrico. Aburrido de su fortuna. Vaya a saberse cuál de todas estas características entran mejor en la descripción del misterioso multimillonario que, según publicaron los diarios británicos ayer, decidió comprar un departamento en Londres por casi 170 millones de euros (874 millones de pesos argentinos, sí).
Claro que el hogar en cuestión no es un dos ambientes recién pintado, con balcón a la calle. Se trata nada menos que de un último piso que en sus espacios de uso común ofrece spas, piscinas y club de vino, entre otras “maravillas”, situado en una de las mejores zonas de la capital inglesa, dentro de un complejo pensado por uno de los más notables arquitectos del mundo.
Con este precio, el departamento de dos plantas y seis dormitorios, que aparentemente habría comprado un jeque árabe del mundo del petróleo, se convierte en la vivienda más cara del mundo , rótulo que a sus desarrolladores les servirá para vender el resto de los 80 pisos (algunos ya tienen dueño y por un precio que no supera los 30 millones de euros) repartidos en cuatro bellas torres diseñadas por el prestigioso Richard Rogers, premio Pritzker 2007 (ver “Un maestro...”, al pie de página).
El inmueble, que todavía está en construcción y sería inaugurado en octubre de este año, forma parte del complejo One Hyde Park. Está localizado justamente frente a las 200 hectáreas del gran pulmón verde de Londres y es vecino al palacio real de Buckingham.
Además de la media docena de habitaciones y una amplia sala de estar que ofrece una inigualable vista panorámica sobre Londres, este ático posee un servicio de habitaciones las 24 horas, brindado por el exclusivo hotel Mandarin Oriental y un acceso subterráneo privado al restaurante de Heston Blumenthal, considerado uno de los mejores chefs del mundo. El diseño es idea de sus desarrolladores, los hermanos Christian and Nick Candy, que compraron ese terreno por lo mismo que vendieron este duplex.
“Esto altera la ecuación del mercado inmobiliario en Londres –entiende Arturo Grieben Saubidet, martillero, experto en tasaciones, de la inmobiliaria J. L. Ramos–.
Por un millón de libras tenés casas impresionantes en esa ciudad . Pero la firma de Rogers, el Hyde Park enfrente y el lujo hacen la diferencia”, entiende, antes de agregar otro dato tentador para el mundo de los ricos: “Además sos vecino de la Reina”.
Si bien Londres es una ciudad bastante segura, no hay detalles entregados al azar en una construcción de semejante relevancia. El millonario que ocupe ese duplex vivirá tranquilo: además de escáneres de iris para poder subir a los ascensores, ventanas a prueba de balas, una habitación de antipánico (¿por si se viene el fin del mundo?), un cuerpo de guardaespaldas no dormirá para que nada perturbe la apacible vida en One Hyde Park. Si tiene 170 millones de euros sabe que usted, allí, será bienvenido. Que lo disfrute.
Un maestro de la arquitectura
Cuando el genial arquitecto Richard Rogers ganó (tardíamente) el premio Pritzker 2007 –equivalente al Nobel para la arquitectura–, el jurado dijo sobre sus obras clave: “son momentos definitorios en la historia de la arquitectura contemporánea”. Hitos como el Lloyd’s de Londres, el Centro Pompidou, de París, o más acá en el tiempo la Asamblea de Gales y la T4 del aeropuerto de Madrid, lo han puesto a este arquitecto nacido en Florencia y formado en Estados Unidos e Inglaterra en lo más alto de la consideración mundial. Hoy, a la edad de 76, volcó toda su atención y talento en el urbanismo y el mejoramiento de las ciudades. “Rogers pone en juego las cuestiones tecnológicas en los materiales y la expresión estructural”, lo define la arquitecta local Dora Zeballos.

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